El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se pronunció este martes sobre los detenidos por hechos de violencia ocurridos en medio de las recientes protestas en el país, afirmando que «se les va a aplicar el peso de la Ley». Durante su declaración, Maduro advirtió que los responsables de estos actos podrían enfrentar penas severas.
«Mínimo van a pasar en la cárcel de 15 a 30 años y esta vez no habrá perdón», sentenció el mandatario, dejando claro que no habrá clemencia para aquellos que participen en actos de violencia. Esta advertencia se produce en un contexto de creciente tensión social y protestas en diversas regiones de Venezuela, donde los ciudadanos han expresado su descontento con la situación política y económica del país.
Las palabras de Maduro han generado reacciones mixtas entre la población y la oposición, quienes han denunciado el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades y han llamado a la comunidad internacional a intervenir en la defensa de los derechos humanos en Venezuela.
El gobierno venezolano ha intensificado su postura contra las manifestaciones, y esta declaración de Maduro parece ser parte de una estrategia para disuadir futuras protestas y mantener el control en un clima de creciente descontento social.