Este lunes 12 de agosto se conoció por medios de la líder opositora María Corina Machado que Edmundo González Urrutia tomará juramento como nuevo presidente de Venezuela el 10 de enero de 2025, cuando comienza el nuevo período de Gobierno en Venezuela, a pesar de que el Consejo Nacional Electoral ya proclamó a Nicolás Maduro como ganador.
Machado reiteró a la agencia de noticias EFE que Edmundo venció contundentemente las elecciones, cuyo resultado oficial ha sido rechazado por varios gobiernos del mundo, mientras que el Centro Carter, que participó como observador en la contienda, señaló que el proceso electoral «no puede ser considerado como democrático».
«Edmundo González será el nuevo jefe de Estado y el nuevo comandante en jefe de la Fuerza Armada y eso depende de lo que hagamos todos, todos los venezolanos dentro y fuera del país (…) yo confío en el pueblo de Venezuela y por eso sé que el 10 de enero tendremos un nuevo presidente», sostuvo la opositora.
Maduro «tiene hoy cero legitimidad, ninguna legitimidad y, por lo tanto, es un momento en el que la comunidad internacional tiene que dejar una línea roja muy clara vinculada al respeto de la soberanía popular», prosiguió.
La exdiputada también prevé que, en los próximos días, sigan creciendo las voces críticas contra el chavismo pues, según dijo, se trata de aplicar «toda la presión necesaria para que Maduro entienda que su mejor opción es aceptar los términos de una negociación», algo que el mandatario ya ha rechazado públicamente, pues insiste en haber ganado los comicios.
Sobre el rol que deben jugar los militares en esta eventual transición, cree que su tarea más importante es, de igual forma, hacerle entender a Maduro «que no van a reprimir al pueblo» y que «sí van a cumplir el mandato constitucional de hacer valer la soberanía popular».
Explicó que, aunque los puntos específicos de una transición «son objeto de dicha negociación», es importante destacar «la disposición» de la oposición «de avanzar por esa ruta», tanto con Maduro como con altos funcionarios militares o civiles.
Consultada sobre la decisión de mantener oculto su paradero, pese a que la Fiscalía aseguró que no existe orden de captura en su contra, recordó que el propio Maduro la tildó de terrorista y pidió enviarla a la cárcel, mientras que otros «cientos de dirigentes están escondidos» también debido a estas «amenazas», justo cuando el mandatario ha llamado a extremar el control policial y militar.