(AP) — La Organización Mundial de la Salud emitió el jueves una severa advertencia sobre una posible crisis de salud en Ucrania mientras el país enfrenta su tercer invierno de guerra desde la invasión a gran escala de Rusia.
La advertencia se produjo después de que tres miembros del personal de la Cruz Roja Internacional murieran por ataques de artillería en el este de Ucrania el jueves.
Los ataques mortales, que dejaron a otros dos heridos, alcanzaron un camión de la Cruz Roja que estaba entregando leña en la región de Donetsk dividida por la guerra, dijo la organización.
El presidente Volodymyr Zelenskyy culpó a Rusia por el ataque, que dijo que justificaba una respuesta «firme y fundamental» de la comunidad internacional.
Mirjana Spoljaric, presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja, agregó: «Nuestros corazones están rotos hoy mientras lamentamos la pérdida de nuestros colegas y cuidamos a los heridos. Esta tragedia desata una ola de dolor demasiado familiar para aquellos que han perdido a seres queridos en un conflicto armado».
Las agencias de socorro y los gobiernos occidentales están aumentando la ayuda civil a Ucrania para proteger sus hospitales y sistemas eléctricos antes del invierno mientras Rusia continúa con ataques aéreos diarios en todo el país para tratar de paralizar su infraestructura eléctrica.
La Organización Mundial de la Salud advirtió el jueves que los graves daños a las instalaciones energéticas y de salud están dejando a millones de personas vulnerables a medida que bajan las temperaturas.
“Ucrania se acerca a su tercer invierno en medio de una guerra a gran escala, probablemente el más difícil hasta ahora. El renovado enfoque en la salud es más crítico que nunca”, dijo Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa, a los periodistas en Kiev.
Desde el inicio de la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, la agencia de la ONU ha registrado casi 2.000 ataques a la infraestructura de atención médica de Ucrania, lo que, según dice, está teniendo un impacto severo en el sistema de salud, en gran parte público.
«Los ataques selectivos han dañado la infraestructura energética de Ucrania. Los frecuentes cortes de electricidad ya están pasando factura y son un indicio de peligro para el invierno», dijo Kluge después de una visita a las regiones de primera línea en el este de Ucrania.
“Esto podría poner en peligro el almacenamiento y la distribución de vacunas, lo que provocaría un aumento de enfermedades prevenibles mediante vacunación”, dijo. Otras preocupaciones, dijo, incluían la posible contaminación del sistema de agua debido a los frecuentes cortes de energía y los crecientes signos de resistencia a los antimicrobianos debido al mal uso de antibióticos.
“Tenemos historias de heridas que simplemente no sanan debido a la resistencia a los antibióticos”, dijo Kluge. “Esto podría tener consecuencias mucho más allá de Ucrania si los medicamentos se vuelven ineficaces”.
La OMS tiene previsto instalar 15 unidades de calefacción en hospitales que corren el riesgo de sufrir nuevos ataques, así como una red de clínicas de tratamiento en zonas donde el acceso a la atención sanitaria es difícil, como parte de las iniciativas de las autoridades locales ucranianas y los gobiernos occidentales.
La agencia también está trabajando arduamente para proporcionar generadores y otras opciones de energía de reserva, y también para ayudar a implementar las reformas del sistema de salud planificadas por el estado.
Según Kluge, los primeros trabajos de esos proyectos se centraron en Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania en el este, que ha sido objeto de frecuentes ataques rusos. A principios de esta semana, la agencia también anunció que había organizado la donación de 23 ambulancias para ayudar a los servicios médicos en las zonas que se encuentran principalmente en primera línea.
AC