AP- El Tribunal Supremo de España sentenció el lunes a varios años en prisión a 12 expolíticos y activistas catalanes por su papel en el movimiento independentista de 2017.
El veredicto, luego de un juicio de cuatro meses, indignó a los partidarios de la independencia en la acomodada región nororiental. Se trata de uno los juicios más importantes en España desde la restauración de la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975.
Nueve de los acusados recibieron condenas de entre 9 y 13 años por sus intentos de separar a Cataluña de España por medio de un referendo ilegal; otros cuatro recibieron además penas por mal uso de fondos públicos y tres fueron multados por desobediencia. Entre los condenados se encuentra el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, sentenciado a 13 años de prisión por sedición y malversación de dinero público.
Además, el juez Pablo Llarena emitió una orden de arresto internacional para el expresidente catalán Carles Puigdemont por los mismos cargos de los que acusaron al resto.
Puigdemont y varios más huyeron a Bélgica en octubre de 2017 cuando fueron convocados a comparecer ante el tribunal para responder preguntas sobre la campaña de secesión.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo el lunes que el veredicto probó que el intento de secesión se convirtió en “un naufragio” e instó a la gente a dejar de lado las posiciones extremistas y “embarcarse en una nueva fase” para Cataluña.
Por su parte, Junqueras dijo que el veredicto quiere “destruir vidas”.
“Pero sobre todo nos demuestra una cosa, que los catalanes no tienen alternativa”, escribió en una carta publicada por su partido, Esquerra Republicana. “La independencia está hoy más cerca que nunca”.
Quim Torra, actual presidente de Cataluña, dijo que “el veredicto es un acto de venganza”.
“La negativa del estado español a iniciar un diálogo y buscar una solución democrática al conflicto político no nos impedirá actuar según nuestra determinación de construir un estado independiente para nuestra nación”, dijo Torra en un discurso en Barcelona.
Junqueras y otros tres exmiembros del gobierno regional _Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa, condenados a 12 años_ recibieron una condena adicional por malversación de fondos públicos.
La expresidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, fue condenada a 11 años y medio, mientras que los exmiembros del gobierno catalán Joaquim Forn y Josep Rull fueron sentenciados a 10 años y medio cada uno. Los activistas civiles independentistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart recibieron penas de nueve años.
Otros tres miembros del antiguo gobierno catalán _Santiago Vila, Meritxell Borràs y Carles Mundó_ fueron multados por desobediencia.
Todos fueron inhabilitados para ejercer cargos públicos.
Cientos de estudiantes y funcionarios protestaron tras conocer los veredictos en varios puntos de Cataluña y su capital, Barcelona. Las autoridades españolas desplegaron cientos de policías adicionales en la región nororiental en previsión del fallo judicial.