El profesor Ricardo Rojas, secretario general del Sindicato Unitario del Magisterio del Estado Lara (SUMALARA), afirmó que “todas esas promesas que ha hecho en los últimos días este gobierno para con los educadores venezolanos ya han sido hechas en anteriores oportunidades, y el resultado ha sido siempre el mismo: Puras mentiras”.
Se refería Rojas a los ofrecimientos dados a conocer recientemente tanto por el nuevo ministro de Educación, Héctor Rodríguez, por un lado, como por el gobernador del Estado Lara, Adolfo Pereira, por el otro.
Tal como ya se ha dado a conocer a través de diferentes medios informativos, Rodríguez y Pereira han estado ofreciendo, indistintamente, créditos para construir o refaccionar viviendas, donación de calzado, adquisición de medicamentos, etc.
Promesas de cundeamores
–Ésas no son sino –aseveró Rojas— promesas de cundeamores, como dice la canción, y, precisamente, es por eso que nosotros tenemos de esa cabuya un rollo, como también se dice en el lenguaje popular.
Abundando en detalles, recalcó que ya esas promesas, “con distintas palabras y en diferentes formatos, nos las han formulado en anteriores oportunidades, y nada de eso se ha cumplido. ¿Por qué entonces tenemos que creer que ahora sí se van cumplir?”
Engaño y maltrato
Fue insistente Rojas en afirmar que este gobierno, a todos sus niveles, ha engañado y maltratado a los educadores venezolanos hasta más no poder.
A modo de comparación, manifestó el dirigente que, en Venezuela, hay alrededor de 800.000 educadores, de los cuales “por lo menos la mitad no tiene vivienda propia”.
–Tendrían que construir entonces 400.000 viviendas a esos educadores que no la tienen, pero resulta que lo que están ofreciendo es créditos para construir 25.000 viviendas. Imagínese usted.
–Otra cosa: Habría qué ver bajo qué condiciones y qué monto es lo que van a ofrecer para construir o refaccionar esa vivienda.
–Y en cuanto al calzado –recalcó–, no tengo conocimiento exacto, pero habría qué ver la calidad del mismo y determinar, además, si es de ésos de goma o de tela, que no duran nada, o si son de calidad.
Convención colectiva
–De lo que el ministro y el gobernador debieran ocuparse es de firmar la tercera convención colectiva del magisterio venezolano, que va ya para cuatro años de vencida, y se han negado tozudamente a discutirla, y menos a firmarla.
–Eso, señor ministro y señor gobernador, sí sería un tremendo beneficio para todos los docentes venezolanos, que hoy mueren de mengua ante tanto abandono por parte del Estado.
–Nosotros lo primero que necesitamos para mejorar nuestra calidad de vida es, en primer lugar, un salario digno, y eso lo saben todos ellos, desde el presidente de la república para abajo, además de que saben igualmente que eso lo establece la Constitución Nacional, hecha por ellos mismos, por cierto, pero ellos son los primeros que la violan.
–Luego, necesitamos beneficios integrales como los que antes teníamos, y de los que este gobierno nos despojó.
–¿Cuáles beneficios? Pues muchos, tales como el servicio de IPAS-ME, las primas, los bonos especiales, y pare usted de contar. Y, por supuesto, que eliminen ese odioso Instructivo ONAPRE.
Gráfica: Archivo
RG