Rangel Ravelo se ha erigido en uno de los mejores toleteros que han pasado por la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), al menos desde su debut en la campaña 2015-2016, con el uniforme de Cardenales de Lara, su único equipo en Venezuela.
El cubano es el pelotero con el promedio (.339), OBP (.447) y OPS (.956) más altos, mientras que es tercero en slugging (.509), entre los bateadores con por lo menos 900 apariciones legales (972) en los anales de la LVBP, de acuerdo con “Pelota Binaria”.
“Yo no pienso en records; sólo en competir y ayudar al equipo a ganar, que es lo más importante para mí”, zanjó Ravelo, sin darle muchas vueltas al asunto. “Cuando trabajas fuerte, las cosas salen. Son muchos años jugando este bonito deporte, y estoy agradecido con Dios, con mi familia, con todos los fanáticos que me apoyan en Barquisimeto y con la gerencia de los Cardenales de Lara”.
Ravelo nació hace 32 años en La Habana, Cuba, pero creció en Hialeah, Florida, localidad en la que estudiaba en el bachillerato, cuando los Medias Blancas de Chicago le tomaron en la sexta ronda del Draft Amateur de la Major League Basseball (MLB), en junio de 2010.
A partir de ese momento, creció como prospecto de los patiblancos.
En 2014, luego de exhibir .309 de average y liderar la Liga del Sur (Doble A) con 37 dobletess, para el Birmingham, se unió a los Atléticos en diciembre de ese mismo año, como parte de un paquete de intercambio por el lanzador Jeff Samardzija.
Pocos meses después, estaba disfrutando de su primer entrenamiento de Grandes Ligas con su nueva organización, cuando una lesión en la muñeca, que requirió cirugía, lo dejó fuera.
Regresó a la acción en julio, y terminó fuerte con el Nashville (Triple A).
Entonces, apareció en su horizonte la posibilidad de compensar en Venezuela parte del tiempo perdido.
“Me recomendó ‘Superman Sin Capa’ (Néstor Molina), quien había sido mi compañero con el Birmingham, y, hasta el día de hoy. estoy aquí. Mi esposa es de Barquisimeto, tengo dos hermosos niños con ella y me siento larense. Feliz de casarme con una guara”, sonrió.
Lo cierto es que Rangel Ravelo ha sido una pieza clave para Lara desde la 2015-2016
Pero también actuó brevemente con Leones del Escogido (2014-105) y un poco más con Águilas Cibaeñas (2019-2020, 2020-2021), equipos ambos en República Dominicana, pero fue en la LVBP donde se estableció y dejó su impronta personal y deportiva.
Suma 104 hits en postemporada, sólo detrás de su compatriota Adonis García (108), entre los extranjeros que han pasado por el circuito venezolano.
Sus 51 remolcadas en esa instancia, apenas son superadas por García (55) y el también antillano Félix Pérez (52), en tanto que su average vitalicio en postemporada es de .312, el más elevado entre los foráneos en la historia de la LVBP con al menos 300 turnos (333).
Su rendimiento no ha decaído un ápice durante cada zafra en la que se uniforma de escarlata.
En la 2018-2019 ayudó a Lara a ganar el campeonato y en el Round Robin de la 2023-2024, remolcó 18 anotaciones e igualó el récord de importados, que estableció John Cotton (Magallanes) en la 1999-2000, para impulsar al Cardenales hasta la serie final.
“Sólo le pido a Dios estar saludable; el resto se consigue con trabajo y dedicación”, afirmó, con una nueva sonrisa.
“NO HAY EXPLICACION…”
La semana pasada, Ravelo sumó otros registros en su carrera repleta de records. El bateador derecho conectó nueve imparables de manera consecutiva para romper la marca de la franquicia larense, que compartían Hernán Iribarren (del 22 al 23 de diciembre de 2010) y el miembro del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano, Luis Sojo (del 5 al 7 de noviembre de 1987; 31 de octubre al 1° de noviembre de 1992), de acuerdo con Pastor Peña, estadístico del Cardenales.
Además, quebró el registro de la LVBP con más apariciones consecutivas embasándose, tras llegar a base en 13 ocasiones seguidas, superando al estadounidense Darin Mastroianni (12), que lo consiguió en octubre de 2011.
“No creo que haya una explicación para eso. Lo importante para mí es ir a ese cajón de bateo a dar lo mejor de mí, ir a conectar buenos pitcheos. Ésa es la clave, ser selectivo en la zona de strike. Y si eso salió, obviamente, no lo estaba buscando, pero estoy muy contento de haberlo logrado”, destacó el habanero, que ahora comparte con Mastroianni (2011) y el inmortal Víctor Davalillo (1963) -–en cuyo honor se juega la presente campaña, por cierto– como los tres peloteros que han disparado, uno detrás del otro, nueve indiscutibles, sin fallar.
Y, de paso, Ravelo se ha convertido en un eficiente defensor de la inicial
UN ARTISTA DEL BATEO
Rangel Ravelo exhibe una línea ofensiva vitalicia de .302/.387/.449, con 1.418 hits, entre ellos 299 dobles, 20 triples y 117 vuelacercas, 737 remolcadas y .836 de OPS, en 1.373 encuentros repartidos en 15 zafras como profesional, en todos los niveles, incluidas las Mayores, Japón y los circuitos invernales, según “Baseball-Reference”.
Ese éxito habla de disciplina y consistencia, por más de tres lustros.
“Ravelo entiende bien la zona de strike, sabe cómo trabajar una base por bolas y hace contacto consistente hacia todos los sectores del campo. Si bien tiene fuerza, eso se ha traducido principalmente en dobles en las Ligas Menores”, reza el reporte de los scouts entre 2015 y 2016, cuando apareció entre los 30 primero prospectos de Oakland.
“La paciencia y el conocimiento de la zona de strike de Ravelo es su mayor fortaleza como bateador, ya que sabe cómo tomar el conteo y trabaja constantemente con conteos profundos. Su swing corto desde el lado derecho tiene poco movimiento desperdiciado, lo que a su vez le permite seguir la pelota hasta el final en la zona y hacer un contacto fuerte”.
Destrezas que siguen intactas, aunque con mayor conocimiento, algo que demuestra a diario en la LVBP.
Rangel Ravelo posee una gran ética de trabajo, que le ha ayudado a ser consistente
NO TUVO OPORTUNIDADES EN LA MLB
Con todas esas habilidades empuñando el madero, la pregunta es: ¿Por qué Ravelo no pudo establecerse en las Grandes Ligas?
Los cazatalentos aseguraron que se debió a su cambio de posición. Después de comenzar su carrera profesional como tercera base, Ravelo se mudó al otro lado del diamante en 2013. Se desarrolló como un adecuado defensor de la inicial, pero su perfil de toletero derecho sin mucho poder, terminó convirtiéndose en un obstáculo.
“Pienso que me faltó la oportunidad, no se me dio”, se defendió Ravelo.
“Pero eso no lo controlo yo; lo mío es seguir jugando pelota, dar lo mejor de mí y que sea lo que Dios quiera”, sentenció.
“Era parte del roster de 40, había tenido tremendo año en Doble A, me habían adquirido en un cambio desde los Medias Blancas, pero cuando llegué al spring training los Atléticos me dieron muy pocos turnos (apenas uno). La lesión no tuvo nada qué ver. Aunque me sacó por varios meses. Luego estuve en Doble A y Triple A, y nunca se me dio el chance”, abundó en su relato.
Finalmente, firmó como agente libre con los Cardenales de San Luis en 2017, y pudo jugar arriba en partes de las temporadas de 2019 y 2020.
“Luego de tantos años con San Luis, subí, pero todos saben quién estaba en la primera base (Paul Goldschmidt). Un caballero, tremendo deportista y ser humano, futuro miembro del Salón de la fama, en mi opinión… Cuando las cosas están para ti, nadie te las quita. En este caso, no se me dieron”.
UN PAR DE AÑOS MÁS CON LARA
Ravelo prefiere hablar en presente, pero, si se le pregunta, responde que le entusiasma seguir viniendo al país.
“Siempre he estado agradecido con Cardenales de Lara, que fue el equipo que me dio la oportunidad de venir aquí a jugar a Venezuela”, reiteró.
“El trabajo día a día, el empeño que uno hace en el terreno de juego, tiene su recompensa y no puedo estar sino contento por las bendiciones que Dios me ha dado en esta liga. Así que espero estar saludable para seguir por lo menos un par de años más”.
Fuente: Página Web de la LVBP
Gráfica: Archivo
RG