El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) después de ser sometido a una cirugía para tratar una hemorragia intracraneal. Este cuadro clínico fue consecuencia de un accidente doméstico sufrido el pasado mes de octubre.
Según informó su equipo médico, Lula se encuentra «consciente» y no ha presentado daños cerebrales tras la intervención quirúrgica. El procedimiento fue realizado con éxito y los especialistas han asegurado que su estado es estable, aunque continúa bajo estricta vigilancia debido a la gravedad de la afección inicial.
«El presidente está consciente y tranquilo», dijo el ministro Pimenta a Radio Gaúcha, de la ciudad meridional de Porto Alegre.
Según Pimenta, Lula «debe seguir en observación 48 horas» en la UCI del Hospital Sirio-Libanés de Sao Paulo, donde fue operado la madrugada del martes.
El ministro contó que Lula presentó malestar durante toda su jornada laboral del lunes en el Palacio del Planalto, la sede del Gobierno en Brasilia, tras lo cual acudió a realizarse pruebas médicas el lunes por la noche en la misma Brasilia y fue trasladado a Sao Paulo para ser operado en el Hospital Sirio-Libanés.
«El procedimiento ocurrió de forma absolutamente normal, dentro de lo planificado. El presidente se encuentra hospitalizado, permanecerá ingresado unos días, pero está absolutamente estable, bajo control», dijo el ministro.
Un accidente doméstico que encendió las alarmas
El accidente que provocó la hemorragia intracraneal tuvo lugar en octubre, aunque los detalles específicos del incidente no han sido divulgados por fuentes oficiales. Tras manifestar síntomas que requirieron atención inmediata, Lula fue sometido a evaluaciones médicas que determinaron la necesidad de una cirugía para evitar complicaciones mayores.
Reacciones nacionales e internacionales
La noticia ha generado una oleada de muestras de apoyo hacia Lula, tanto desde Brasil como desde la comunidad internacional. Diversos líderes políticos, así como seguidores y simpatizantes, han enviado mensajes de pronta recuperación al exmandatario, quien se ha mantenido como una figura emblemática de la política brasileña.
Lula, de 79 años, ha enfrentado diversos retos de salud, incluyendo un diagnóstico de cáncer de laringe en 2011, del que logró recuperarse.
Por ahora, los médicos no han ofrecido detalles sobre el tiempo estimado de recuperación ni sobre los próximos pasos en el tratamiento. Sin embargo, destacaron la fortaleza de Lula y su buena respuesta inicial tras la cirugía.
Con información de europapress.es y xinhuanet.com