El teniente general Igor Kirillov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, falleció este martes en un atentado con bomba en Moscú. La explosión, atribuida a un artefacto colocado en un patinete eléctrico estacionado frente a un edificio residencial, también cobró la vida de su asistente.
Svetlana Petrenko, portavoz del Comité de Investigación de Rusia, confirmó la apertura de una causa penal bajo los artículos que abordan asesinato, terrorismo y tráfico ilegal de armas. Investigadores y fuerzas de seguridad trabajan en el lugar de los hechos, situado en el este de la capital rusa, para esclarecer los detalles del ataque.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, destacó el trabajo de Kirillov como un constante enfrentamiento a lo que calificó de «crímenes anglosajones». Entre ellos, mencionó provocaciones de la OTAN con armas químicas en Siria y las actividades de laboratorios biológicos en Ucrania, al tiempo que alabó la valentía del general fallecido.
Las autoridades aún no han identificado a los responsables del ataque, pero fuentes de seguridad citadas por la agencia TASS señalan que se usaron 300 gramos de un explosivo equivalente al TNT.
Un blanco controvertido
Kirillov, de 53 años, lideraba desde 2017 las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica, una unidad clave en la gestión de amenazas de armas de destrucción masiva y emergencias nucleares o químicas.
El atentado se produce un día después de que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) imputara al general por supuestos crímenes de guerra, incluyendo el uso masivo de armas químicas contra las Fuerzas Armadas ucranianas durante la invasión rusa. Según el SBU, más de 4.800 incidentes de este tipo han sido documentados desde el inicio del conflicto en 2022, afectando a más de 2.000 soldados ucranianos.
Reino Unido había sancionado recientemente a Kirillov y su unidad por el presunto uso de armamento químico y lo calificó como un importante difusor de desinformación del Kremlin.
Tensión internacional
Este suceso marca un nuevo punto de tensión en el conflicto entre Rusia y Ucrania, que sigue atrayendo sanciones y acusaciones mutuas. La muerte de Kirillov, uno de los altos mandos militares rusos más reconocidos, subraya la vulnerabilidad de Moscú ante ataques en su propio territorio.
Las investigaciones continúan mientras el Kremlin enfrenta presiones internas y externas sobre su gestión de la seguridad nacional y los derechos humanos en el conflicto.
Con información de Europapress.es
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