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El hígado espejo de nuestra de salud

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Nurse shows a model of a human liver on a blue background.

La mayoría de las personas asocian el tener una enfermedad hepática a una consecuencia de haber tomado alcohol en cantidades relativamente importantes y por tiempo prolongado. Así, frecuentemente el diagnóstico de Cirrosis Hepática es confundido por muchos, incluso por profesionales de la salud, como alcoholismo crónico. En realidad, al Hígado no sólo lo enferma el alcohol, sino los malos hábitos alimenticios, los cuales antes no se conocían como causas del posible deterioro de la salud

Una de las funciones más importantes del hígado es filtrar o metabolizar todo lo que ingerimos, como alimentos, líquidos, medicinas, entre otros, antes de que lleguen a la circulación sanguínea y, por ende, al resto de nuestros órganos. En otras palabras, la mayoría de los alimentos y bebidas de cualquier tipo podrían traer consigo componentes tóxicos o sustancias que por su concentración podrían ser nocivas para el cerebro, corazón, pulmones, riñones, etc. y el hígado se encarga de extraerlas y neutralizarlas antes de colocar esos nutrientes o compuestos en el torrente sanguíneo. Su función es vital y, por supuesto, los abusos en relación con las comidas, bebidas y medicamentos, obviamente, cobran sus consecuencias en forma directa en este maravilloso órgano.

En la actualidad es muy común oír a su médico decirle: Usted tiene su Hígado Graso o en terminología más científica: Esteatosis Hepática. Más de 100 millones de personas en los Estados Unidos presentan este diagnóstico y se cree que en Latinoamérica la prevalencia es aún mayor.

¿Qué es el Hígado Graso?

Simplemente es un depósito exagerado de lípidos (grasa) en las células hepáticas. Aunque el Hígado Graso podría ser consecuencia del uso indiscriminado de bebidas alcohólicas, en la mayoría de los casos es por abusar de ciertos alimentos o nutrientes, generalmente producto de nuestros malos hábitos en la alimentación, asociándose con la Enfermedad Metabólica, también llamada Síndrome de Resistencia a la Insulina.

Por nuestra idiosincrasia y educación, estamos acostumbrados que en nuestra alimentación haya exceso de carbohidratos. Un ejemplo de ello son las harinas procesadas y refinadas que concentran al carbohidrato de su componente original a niveles prácticamente intolerables por el organismo, lo cual confunde a nuestro metabolismo, incrementando la producción de grasa, que al final termina depositada en las arterias y órganos, predominantemente en el Hígado por su tamaño y función.

La diferencia entre el Hígado y el resto de los órganos es que al igual que la piel y las mucosas, el hígado tiene una constante regeneración de sus células, propiedad que no tienen los otros órganos y que le confiere la capacidad de resistir estos abates por muchos más años. Por lo que no es infrecuente que un individuo con el diagnóstico de Hígado Graso sucumba primero de un problema Cardiovascular que de su Enfermedad Hepática.

En los últimos meses han aparecido numerosas publicaciones científicas que demuestran cómo los malos hábitos de alimentación son la causa más importante en generar condiciones médicas patológicas y muertes por enfermedades no infectocontagiosas, incluso más frecuente que las enfermedades y muerte producidas por el tabaco, alcohol y accidentes de tránsito.

Estos malos hábitos alimentarios son los mismos que nosotros, especialistas en enfermedades hepáticas, venimos hablando desde hace 20 años como el origen principal de la Esteatosis Hepática. Lo interesante de ello es que el Hígado, siendo un órgano noble con capacidad para regenerarse, pudiera mostrar hoy cambios tempranos y reversibles de condiciones patológicas graves e irreversibles en un futuro, y como es relativamente fácil de explorar a través de la clínica, exámenes de laboratorio e imágenes, su diagnóstico podría funcionar como un visor mágico del futuro de su salud.

Aunque usted se sienta sano, la recomendación es tener una buena exploración hepática, que debería incluir: interrogatorio médico guiado y examen físico por un especialista, analítica especial, ultrasonido abdominal y elastografía hepática. Esto le permitirá al médico tener un diagnóstico temprano de una probable condición hepática, ayudándolo a entender hacia dónde va su salud. Así, con una buena guía por parte de profesionales expertos en la materia, se podría evitar a tiempo enfermedades que podrían llevarlo a condiciones patológicas irreversibles que seguramente le empeorarán su calidad de vida con la consecuencia inexorable de perderla antes de tiempo.

Dr. Bernardo Beker K.
Grupo Médico Alterna
@grupomedicoalterna

Fuente: Asilovecamila

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