Los restos del dictador español Francisco Franco reposan ya junto a los de su mujer Carmen Polo en el cementerio del barrio madrileño de El Pardo, tras ser exhumados este jueves del complejo monumental de El Valle de los Caídos, donde permanecía desde hace 44 años.
Después, la familia celebró una ceremonia religiosa “en la más estricta intimidad” oficiada por el sacerdote Ramón Tejero, hijo de Antonio Tejero, el oficial de la Guardia Civil que encabezó el intento de golpe de Estado de 1981 contra la incipiente democracia española.
Al abandonar el cementerio, Francis Franco, el mayor de los nietos varones del dictador, declaró a los periodistas allí congregados que en un “momento como este, no se puede estar satisfecho, pero ha sido digno”.
“Para todos aquellos que dicen que esto ha sido un victoria de la democracia, lo que en realidad ha sido es un victoria de los que quieren separar a los españoles entre azules y rojos”, dijo en referencia a los colores de los dos bandos que se enfrentaron en la Guerra Civil española (1936-1939), según reseñó Unión Radio.
Francis Franco reiteró que “el acto se ha desarrollado como estaba programado y creo que ha sido digno, que es lo que pretendíamos nosotros”.
Francis Franco repartió un comunicado entre los medios en el que la familia Martínez-Bordiú Franco califica la exhumación de “impúdico circo mediático” con el que el Gobierno español “sólo busca propaganda y rédito electoral”.