El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspendió la ayuda militar a Ucrania luego de una acalorada reunión con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, en el Despacho Oval. La medida, confirmada por la Casa Blanca, representa un giro en la política estadounidense hacia la guerra en Ucrania y ejerce una presión sin precedentes sobre Zelenski para que busque un acuerdo de paz con Rusia.
La decisión de Trump llega tras un enfrentamiento verbal con Zelenski en el que el mandatario estadounidense le reprochó la falta de gratitud por el apoyo brindado por Estados Unidos y cuestionó su voluntad de negociar la paz con Moscú. La tensión entre ambos mandatarios se hizo evidente cuando el vicepresidente estadounidense, J. D. Vance, apoyó la postura de Trump al señalar que la «puerta está abierta, siempre y cuando Zelenski quiera hablar de la paz».
La asistencia militar, que hasta ahora ha sido fundamental para la resistencia ucraniana contra la invasión rusa iniciada en 2022, quedará suspendida hasta que Washington considere que Zelenski muestra un verdadero compromiso con la paz. La orden afecta al armamento que aún no ha sido entregado y al material que ya se encontraba en tránsito hacia Ucrania.
Presión sobre Kiev y acercamiento a Moscú
Al mismo tiempo que endurece su postura con Ucrania, Trump está suavizando algunas medidas contra Rusia. El Pentágono confirmó la suspensión de las ofensivas cibernéticas contra Moscú, mientras que la Casa Blanca está evaluando la posibilidad de levantar ciertas sanciones impuestas al Kremlin desde el inicio de la guerra.
Según fuentes del gobierno estadounidense citadas por Reuters, la Administración Trump solicitó a los Departamentos de Estado y del Tesoro la elaboración de una lista de sanciones que podrían ser eliminadas como parte de un proceso de negociación con el gobierno de Vladímir Putin. Desde la reciente conversación telefónica entre Trump y Putin en febrero, enviados de ambos países han sostenido reuniones diplomáticas en Arabia Saudita y Turquía.
Futuro incierto para la relación EE. UU. – Ucrania
El Congreso de Estados Unidos aprobó hasta la fecha USD 175.000 millones en asistencia militar para Ucrania, de los cuales aún quedaban por utilizar 3.850 millones. La decisión de Trump de suspender la ayuda deja en incertidumbre el futuro de Kiev que depende, en gran medida, del apoyo estadounidense para continuar la defensa de su territorio.
Mientras tanto, la comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante el giro de la política estadounidense. Líderes europeos se han reunido recientemente en Londres para expresar su respaldo a Zelenski y buscar alternativas para sostener el esfuerzo bélico ucraniano.
El próximo discurso de Trump ante el Congreso podría aclarar el futuro de la relación bilateral. Según declaraciones del propio mandatario, el pacto económico que ambas naciones iban a firmar podría seguir en pie, ya que Washington busca explotar conjuntamente los recursos naturales de Ucrania, un acuerdo que, según Trump, podría servir como incentivo para el apoyo estadounidense a Kiev.
Por ahora, la suspensión de la ayuda militar y el acercamiento a Moscú marcan un punto de inflexión en el conflicto ucraniano, dejando en una posición aún más vulnerable a un país que enfrenta la agresión rusa desde hace tres años.