La migración hacia Estados Unidos a través de la peligrosa selva del Darién, en la frontera entre Colombia y Panamá, se redujo 60%, aseguró la Cancillería colombiana este miércoles sin precisar desde cuándo disminuyó el flujo.
En una rueda de prensa en Bogotá, la ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, también informó sobre una nueva «migración inversa» en la que «muchas personas están decidiendo, por voluntad propia, retornar al país de manera segura y ordenada».
Aunque la titular de la cartera no explicó las razones de este fenómeno, las autoridades de Estados Unidos coinciden en registrar un menor flujo de migrantes hacia su país, que adjudican a las políticas de masivas deportaciones y mayores restricciones ordenadas por el presidente republicano Donald Trump.
En el municipio de Necoclí, puerta de entrada a la selva del Darién en la frontera con Panamá, las autoridades locales ven el cambio.
«Estamos evidenciando el último mes un nuevo fenómeno, el fenómeno de los retornados (…) dadas las políticas rigurosas de Estados Unidos», aseguró a la AFP el secretario de Gobierno de Necoclí, Johann Wachert.
«Tenemos unos flujos diarios de aproximadamente 30 a 50 personas retornadas y hay unos picos altos de unas 200 personas como pasó el último fin de semana», añadió.
Desde su regreso al poder, el 20 de enero, Trump lanzó una operación de expulsión masiva de migrantes en situación irregular y ha declarado una emergencia nacional en la frontera con México para impedir la entrada de personas sin visa, pues considera que el país sufre una «invasión».
Unos 2.000 colombianos han regresado al país «en coordinación con el gobierno de los Estados Unidos», según Sarabia.
Parte del flujo inverso «se da por vuelos comerciales y se da por solicitud propia de los colombianos que están fuera del país», afirmó.
Según la ministra, la prioridad del gobierno de izquierda colombiano es «la protección» a los derechos de los migrantes y la «atención integral por parte del Estado».
En 2024, cerca de 300.000 personas atravesaron el Darién con destino a Estados Unidos, de acuerdo a cifras de la autoridad migratoria panameña. Casi el 70% eran venezolanos, seguidos por los colombianos con más de 17.000 personas que cruzaron la frontera.
Colombia, que comparte una porosa frontera con Venezuela, ha sido el principal receptor del éxodo de venezolanos, con unos 3 millones.
Tras las medidas tomadas por la administración Trump, Panamá, Costa Rica y Guatemala aceptaron servir de «puente» para las deportaciones desde Estados Unidos.
AFP