Una corte federal de apelaciones en Estados Unidos bloqueó temporalmente el intento de la administración Trump de poner fin al programa de parole humanitario, una decisión que protege, por ahora, a unos 500.000 migrantes venezolanos, cubanos, haitianos y nicaragüenses de posibles deportaciones.
La decisión señala que la Administración Trump no cumplió con el “alto estándar” para que el tribunal facilitara una intervención de emergencia, reseña CNN.
El procesamiento de solicitudes de parole seguirá pese al intento del Gobierno de suspender dicha política. El caso además representa un desafío por parte de grupos de defensa de inmigrantes. Estos alegaron que el drástico cambio de políticas gubernamentales afectó de forma ilegal las vidas de cientos de miles de beneficiarios de este mecanismo.
Un panel compuesto por tres jueces designados por los expresidentes Joe Biden y Barack Obama manifestó su incredulidad de que Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, contara con el poder para concluir el parole. El tribunal de apelaciones todavía no decide esa cuestión sobre el fondo, ya que solo resolvía una solicitud de emergencia para frenar el fallo de un tribunal de primera instancia.
Sin embargo, el Primer Circuito dijo que el Gobierno no presentó una “fuerte demostración” de que su apelación sería exitosa, tal como es necesario en intervenciones de emergencia.
La semana pasada, la jueza del tribunal de distrito de EE. UU., Indira Talwani, falló a favor de los impugnadores. Así, restauró el proceso de parole y los beneficios de inmigración relacionados.
La demanda, presentada por inmigrantes y sus patrocinadores con sede en EE. UU., impugnó el intento de la Administración Trump de finalizar los programas de parole. Para eso, argumentó que tal maniobra “violaba” el requisito de la Ley de Inmigración y Nacionalidad de decisiones caso por caso. En simultáneo, interrumpió las vidas de miles que ingresaron legalmente. S