En apreciación del portal “Meridiano”, Juan Soto, una de las estrellas más brillantes de las Grandes Ligas y el deportista con el contrato más grande en Estados Unidos económicamente hablando, ha generado preocupación entre los aficionados de los Metropolitanos de Nueva York debido a su rendimiento en lo que va de la temporada 2025.
¿Son sus números realmente preocupantes, o hay factores que explican su desempeño?
Un inicio de temporada por debajo de lo esperado
Hasta la fecha, Soto batea para .246, con ocho cuadrangulares y 21 carreras impulsadas.
Y, si bien estos números no son catastróficos, están lejos de lo que se espera de un jugador de su calibre.
Así, comparado con su desempeño con los Yanquis de Nueva York el año pasado, cuando tuvo un OPS de .989, su actual OPS de .804 con los Metropolitanos refleja una caída visible.
En la última semana, Soto ha tenido dificultades para conectar inatrapables de impacto.
Y, de paso, en la reciente serie contra los Yanquis, apenas logró un incogible en 10 turnos, sin carreras impulsadas.
Además, su actitud en el terreno ha sido cuestionada, especialmente por su falta de agresividad al correr las bases.
Por ejemplo, en el encuentro contra los Medias Rojas de Boston,, tardó en salir de la caja de bateo tras conectar una pelota contra el Monstruo Verde, lo que le costó una base adicional, aunque en el siguiente turno pudo robarse la base.
¿Realmente está en crisis? ¿Qué dicen los números?
A pesar de la percepción de un bajón en su rendimiento, sus métricas ofensivas siguen siendo élite.
Soto está en el percentil 99 en xwOBA (.434), lo que indica que su calidad de contacto y disciplina en el plato siguen siendo excepcionales. Su xBA (.303, percentil 94) y xSLG (.585, percentil 96) reflejan que, aunque su promedio de bateo ha bajado, sigue generando impacto ofensivo.
Además, su velocidad promedio de salida (94.3 mph, percentil 97) y su Hard-Hit % (55.9%, percentil 96) demuestran que sigue golpeando la pelota con autoridad.
Sin embargo, su LA Sweet-Spot % (30.8%, percentil 24) sugiere que no está elevando la pelota de manera óptima, lo que podría explicar su menor producción de extrabases.
Disciplina en el plato: Su mayor fortaleza
Uno de los aspectos más impresionantes de Soto es su disciplina en el plato.
Está en el percentil 100 en Chase % (15.3%), lo que significa que prácticamente no persigue lanzamientos fuera de la zona.
Su BB % (17.8%, percentil 99) y su K % (16.9%, percentil 77) reflejan que sigue siendo un maestro en seleccionar sus pitcheos, lo que lo convierte en un jugador de gran valor ofensivo.
Problemas en defensa y en velocidad
Si bien su ofensiva sigue siendo de élite, sus métricas defensivas y de velocidad han caído significativamente.
Su Range (OAA) está en el percentil 7 (-4 OAA), lo que indica que su alcance en los jardines ha sido deficiente.
Además, su Fielding Run Value (-4, percentil 6) confirma que su defensa ha sido un punto débil.
En cuanto a su velocidad, Soto ha bajado al percentil 14 en Sprint Speed (25.7 pies por segundo), una caída notable respecto al año pasado. Esto afecta su capacidad para convertir sencillos en extrabases y también su agresividad en las bases.
¿Debe preocupar su rendimiento?
Si bien sus números defensivos y de velocidad han bajado, su ofensiva sigue siendo de élite.
La clave para los Metropolitanos será maximizar su producción ofensiva y encontrar maneras de compensar sus deficiencias en defensa y velocidad.
Al ser dueño del contrato económico más grande de la MLB, es normal que los ojos del mundo estén sobre Juan Soto, y que las expectativas sean grandes, y más jugando en una ciudad como Nueva York.
Ciertamente, los números no arrojan una crisis evidente en su rendimiento, pero su actitud y su “makeup” dentro del terreno es lo que genera dudas sobre los aficionados y la prensa especializada (RG).