Recordamos que el 24 de septiembre de 2019 esta columna cumplió 24 años de su primera publicación en esta prestigiosa empresa periodística, también resaltamos que el 17 de septiembre se conmemoraron los 52 años que la Srta. Carmen Cecilia Mendoza Alvarado fue coronada como Reina del II Festival Folklórico y 1° de Artesanía del estado Lara, que produjo el recibimiento más numeroso que Quíbor haya brindado a un coterráneo, por algún acontecimiento.
Hoy vamos a publicar las palabras de bienvenida, que en nombre del pueblo, pronunció nuestro insigne cronista Prof. Pastor Cortés Vásquez, en el Club “Pepe Coloma”: “Por CARMEN CECILIA, Reina del folklore: Señoras y señores, en el ámbito del terruño todavía persiste el triunfo de la gentilísima CARMEN CECILIA como Reina del II Festival Folklórico de estado Lara.
En esa inolvidable fecha del 17 de septiembre cuando recibía el multiplicado homenaje del pueblo, fueron mucha las expresiones de júbilo y de merecido reconocimiento que le rindieron en pleitesía. Hubo sin embargo un motivo de transcendental significado que pasó por la mayoría desapercibido, ya que por una extraña coincidencia, se conmemoraba en esa misma fecha, nada menos que un día semejante a ese, había ocurrido un hecho notable para la historia de Quíbor, como fue la muerte del Pbro. Eduardo Alvarez Torrealba, célebre por su seudónimo de Pepe Coloma, famoso coterráneo en el mundo intelectual, quien puso muy en alto el preclaronombre del gentilicio.
En medio de la apoteosis que se le preparaba en actos religiosos y culturales, conmemorativos del cincuenta aniversario de esa desaparición, este mismo centro que orgullosamente lleva su nombre, suspendió un Acto Solemne, preparado al efecto, para solidarizarse a otro acontecimiento de impacto, como fue la entrada de la imponderable CARMEN CECILIA a su tierra natal.
En aquellos instantes un motivo de tan señalados contrastes surgió en mi imaginación y he aquí que se me pareció digno de conocer, en el sentido que muchas veces un hecho histórico pueda repetirse y los pueblos antiguos creían de esta manera en mitos y leyendas, tales como aquel mito del ave fénix, pájaro fantástico que poseía poderes sobrenaturales que le permitían resucitar de sus propias cenizas.
Y si la imaginación de los poetas suele construir mundo de irrealidades imposibles, no era raro entonces que un pobre soñador como yo, ente el triunfo de la admirable paisana, ocurrido el 17 de septiembre de 1967 repitiera el mito clásico, es decir, el Águila de pico de oro de Pepe Coloma, resucitará 50 años después, en una fecha semejante, en el RUISEÑOR de garganta de oro, de Carmen Cecilia. De ese modo el reinado de esta diminuta muchacha se ha impuesto desde aquel entonces a todo lo largo y ancho no sólo dentro del perímetro jimenense, sino que abarca todos los dominios más allá del territorio estadal, en fuerza de prestigio criollo y resonante, debajo de cualquier dimensión donde la naturaleza venezolana se prolongue en el armonioso pentagrama de la luz, de las flores, de los pájaros y de las constelaciones.
Dadas tales motivaciones, la Directiva, Miembros y Comité Femenino del Club “Pepe Coloma”, han resuelto solidarizarse en pleno con todos los actos reconociendo a la adorable CARMEN CECLIA y ha preparado ese sencillísimo y cordial homenaje a la coterránea que ha puesto en alto el gentilicio quiboreño.
Por un tiempo largo Quíbor, Carmen Cecilia, ocuparon las páginas de la prensa regional, nacional y por todas partes un ejemplo de la mujer quiboreña fue noticia de impacto y orgullo de la tierra larense. El Club PEPE COLOMA tiene esta noche una cita con la belleza y folklore sintetizados en la gentil CARMEN CECILIA.
Quiere de este modo, sentirse como un vasallo espiritual bajo el encantador tutelaje del símbolo femenino. No hay nada bajo el sol y las estrellas, como el relámpago de luz de la sonrisa de una mujer hermosa. La historia universal está constelada de nombres: Eva, Semínaris, Ruth, Judith, Safo, Helena, María de Nazareth, Beatríz, Laura, tantas mujeres, inmortales, como arenas en el mar o estrellas en la enredadera azul del firmamento. Por ella inspira y canta poesía. Crea matices la pintura. Arpegios dulcísimos. La música y moles de luz la arquitectura. El soñar despierto frente a la belleza, sintetiza la fuerza cósmica del amor y de los eternos ideales.
CARMEN CECILIA es poema, jardín y partitura de inefables armonías. CARMEN CECILIA es fragante flor de nuestro espléndido valle de Quíbor, rara orquídea de un Yacambú idealizado por la emoción colectiva que surgirá de nuevo, flor de mito y leyenda, tropel de aguas caudalosas que han de bajar sin duda alguna dentro de unos años, para que Quíbor no se vaya nunca.