Con J.T. Realmuto disputando más entradas detrás del plato que cualquier otro receptor en Grandes Ligas, las oportunidades para su suplente suelen ser escasas y espaciadas. Mantenerse concentrado para esos turnos al bate no es una tarea fácil, particularmente para alguien como Rafael Marchán, quien está en su primera temporada completa en las Mayores como reserva. Quizás por eso los Filis no habían expresado mucha preocupación por su lento comienzo al bate esta campaña.
Marchán recompensó esa paciencia con una gran actuación en la victoria de los Filis por 5-4 sobre los Bravos en el primer juego de una doble-cartelera en el Citizens Bank Park. El venezolano abrió el marcador con un jonrón de dos carreras — su primero desde el 3 de julio del año pasado — en la tercera entrada. Luego forzó la carrera de la ventaja al recibir un bolazo con las bases llenas en la parte baja de la octava.
“Hace un gran trabajo”, dijo el mánager de los Fliis, Rob Thomson. “Simplemente un gran día para él”.
Marchán llenó la hoja de estadísticas, yéndose de 1-2 con tres remolcadas, dos anotadas, una base por bolas y un bolazo. Había llegado a la jornada bateando .129 (de 31-4), sin extrabases.
“Vengo diciendo constantemente que este muchacho es un jugador bien bueno”, expresó Thomson. “Aunque no hay muchos números allí, realmente nos ha dado buenos turnos al bate. Entiende la zona de strike, es muy disciplinado y sabe tirar, obviamente”.
El “obviamente” era en referencia a Marchán atrapando aOzzie Albies— quien representaba la potencial carrera del empate — mientras el curazoleño intentaba robarse la segunda base, lo que fue el primer out de la novena entrada. Albies tenía de 5-5 en intentos de robo en el 2025 y había sido atrapadoapenas dos veces en las últimas tres campañas.
Resultó ser una jugada clave, ya que los Bravos llegaron a llenar las bases contra Jordan Romano, quien finalmente aseguró su octavo salvamento con un ponche.
“Es bastante emocionante”, manifestó Marchán sobre atrapar al corredor en segunda. «Te sientes como un niño cuando haces algo bueno y estás emocionado, realmente eufórico. Así que hubo mucha emoción cuando hice eso”.
Añadió Thomson: “Fue un tremendo lanzamiento de Marchán. Eso cambió el inning”.
Aunque los números ofensivos de Marchán aún no están allí, no ha habido preocupaciones sobre su defensa. Incluso antes de la actuación del jueves — que también incluyó poner out a Stuart Fairchild intentando robar la segunda base en el cuarto episodio — Marchán había estado impresionando con la forma en que manejaba el cuerpo de lanzadores de Filadelfia.
Los serpentineros de los Filis habían permitido apenas una carrera en los tres juegos anteriores de Marchán, y él había recibido dos blanqueadas consecutivas.
“Otro de nuestros jóvenes con mucho [potencial]», dijo el abridor dominicano de los Filis, Cristopher Sánchez. “Me agrada como receptor, me agrada como persona. Simplemente es tremendo, y me gusta tenerlo allí”.
Mientras Realmuto sigue siendo un caballo de batalla detrás del plato, los Filis no lo han puesto como titular cuatro días consecutivos desde el 19 de abril, como un esfuerzo concertado por mantenerlo sano.
“Sé que voy a tener mis partidos”, dijo Marchán. “Sé que a J.T. le gusta estar detrás del plato mucho, pero estaré allí si quiere un día libre o algo, así que trato de estar lo más listo posible para hacer mi trabajo”.
Es más fácil decirlo que hacerlo.
“Es muy difícil, y es más difícil para él, porque es un bateador ambidiestro”, dijo Thomson. “Entonces, tiene que trabajar en ambos lados del plato. Pero trabaja en ello. Es uno de los primeros muchachos en las jaulas y hace su trabajo, y está listo para jugar”.
El aspecto defensivo del juego de Marchán no ha sorprendido a nadie dentro de la organización. Es el poder ocasional lo que podría estar tomando a algunos por sorpresa.
Marchán empalmó apenas nueve cuadrangulares en 1,774 visitas al plato en ligas menores, un promedio de un jonrón cada 197 visias en el plato. El batazo del jueves fue su sexto bambinazo en 162 oportunidades en Grandes Ligas. Eso equivale a uno cada 27 veces al bate.
¿Cómo lo explica?
“Me gusta batear en las Grandes Ligas”, dijo Marchán con una sonrisa. “Es más divertido batear en Grandes Ligas que en las Menores, así que guardo todo para aquí”.
LA/MLB
Foto; MLB