En el liderazgo opositor esta la solución de los males de la nación. De ellos depende el cambio de este nefasto gobierno. Si se unieran el camino sería más corto. La alternativa se pudiera ver a la vuelta de la esquina. Y todos empujaríamos en una sola dirección. Crecería el ánimo y el coraje se elevaría a la undécima potencia. Pero en todo caso hay que respaldarlos. Con sus aciertos y desaciertos. Debemos entender que la situación no es fácil. Vivimos en una trama y maniobra política permanente y compleja. La estratagema constante y brutal oficial no da tiempo sino para el contraataque defensivo. En la defensa se va la fuerza y también la reserva. El gobierno controla todos los poderes y a él nadie lo fiscaliza ni investiga. Escenificamos una lucha desigual donde las ventajas están del lado gubernamental. Sabe que la mayoría de las personas están contra ellos y por eso les mantienen en un encierro psicológico y comunicacional, con el objeto de dominar la conducta de quienes dependen de los programas estatales. Un inflexible control social. ¡Cambian comida por sumisión política!
Convicción y vocación de poder
Sin embargo, no hay que desvanecer tenemos que espolear el caballo de la esperanza y la confianza en nosotros mismos. La guerra es dura pero podemos ganarla. La libertad y la democracia se bregan todos los dias. Es la civilización contra la barbarie. La sabiduría contra la ignorancia. Los pueblos que han prosperado son aquellos cuya historia esta llena de heroísmos, sueños de titanes y ejemplos de hidalguía y dignidad. De todo eso tenemos bastante en nuestras raíces antropológicas e históricas. Así que a batallar, dar ejemplo de convicción democrática y vocación de poder. Tenemos la razón y el mundo civilizado esta con nosotros. En nuestras manos el destino de la república. Y en las acciones descansa la suerte del país. Luchemos con la frente en alto, la visión de un futuro promisor y la seguridad de triunfar porque tenemos la fuerza suficiente y la decisión de salvar a Venezuela. Como ha sido convocado, el 16 de los corrientes, todos salgamos a la calle y demostremos que la popularidad de Maduro ha mermado sustantivamente. Y la fuerza de Guaidó continúa organizada y combativa.
El repudio al gobierno ronda el 80%
No es tiempo de rivalidades ni de pase de factura es la hora de cerrar filas contra la tiranía instaurada. El cambio que requiere la nación solo se lo podemos dar los venezolanos. Cada quien en su trinchera cada uno haciendo un todo único e indivisible. El sabado 16, hay que demostrar fuerza no solo cuantitativa sino tambien cualitativa. Deberá reinar la esperanza, el optimismo y la decisión colectiva de derrocar al gobierno. Que sé encuentra en su más bajo nivel de popularidad; históricamente hablando. El repudio al gobierno ronda el 80% de la población. Ocho de cada diez personas lo rechazan. Refutan el modelo, impugnan los nefastos resultados de su gestión pública y contradicen sus políticas, enfoque y alianzas internacionales. El desbarajuste de los servicios públicos (electricidad, agua, telefonos, internet, aseo urbano e inseguridad); nunca antes visto, tiene a la población en una verdadera circunstancia de guerra y anarquía social. Una sociedad caótica, enmarañada en sus necesidades y deberes más simples.
Terror, hambruna y desesperanza
Como si eso fuera poco, la población vive una economía de guerra, que hace recordar a Hungría, en 1946, con una inflación diaria de 207% y unos precios duplicados cada 25 horas. Zimbabue, en 2008, una tasa inflacionaria diaria de 98% y unos precios duplicados cada 15 días. Yugoslavia, 1994, inflación diaria del 65% y precios duplicados cada 34 horas. Alemania, 1923, inflación diaria del 21% y precios duplicados cada 3 dia. Grecia, 1944, inflación diaria 18% y precios duplicados cada 4 días. Mientras, el FMI, calcula que para finales del 2019, la inflación en Venezuela podría llegar a 10.000.000%. Según la AN, la inflación acumulada durante 2019 se ubica en 3.326%. Y varias fuentes acreditadas estiman que la inflación diaria es del 4%. Casi el 80% de la población no cubre el costo de la canasta básica de alimentos y medicinas. Como se observa, vivimos momentos de terror, hambruna y desesperanza. Pero es necesario cargarse de valor y actitud proactiva para luchar y derrotar por la vía que sea a este gobierno, tiránico, incompetente y corrupto. [email protected] [email protected] @efecepe2010