Lo que fue imposible durante seis meses, ahora es un hecho concreto: Pedro Sánchez (Psoe) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos) han alcanzado un acuerdo para formar un Gobierno de coalición en España.
El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, indicó este martes durante el acto de firma, que el acuerdo tiene una duración de cuatro años y que buscan abrirse a otras coaliciones para alcanzar mayor estabilidad.
El diario El País, de Madrid, señala que Iglesias será finalmente vicepresidente del Gobierno y que se trata de un acuerdo «sin vetos», todo ello algo que parecía imposible meses atrás.
Desde el Congreso de los Diputados, Sánchez aseguró que será un «Gobierno de coalición y rotundamente progresista».
Llama la atención la paradoja: ante la caída del Psoe y Unidas Podemos y la fuerte subida del PP y Vox, en número de escaños respecto a los obtenidos el 28-A, ahora en solo 48 horas sellan un acuerdo que no lograron en julio y agosto. ¿Por qué pasan estas cosas?
Por su parte, Iglesias calificó el «Gobierno de coalición progresista» como «la mejor vacuna contra la extrema derecha», y confirmó también que ambos partidos buscarán «alianzas» con otras agrupaciones para sumar mayoría.
Tras el apretón de manos con Iglesias, Sánchez afirmó que el pacto permitirá «no solo la investidura sino un Gobierno para la legislatura».
¿Cuál será la postura de esta coalición con respecto a Venezuela, considerando esta histórica combinación de socialistas e izquierdistas en un gobierno de España?
¡Ni te ayudo!
Pablo Casado, líder del PP, lo ha rechazado: «Un Gobierno radical es lo último que necesita España». Ciudadanos también ha dicho no y ha pedido a PP y PSOE que busquen uno alternativo.