Como es tradición todos los años, El Informador recorre la carrera 22 entre calles 32 y 33 de la ciudad, considerada una de las zonas más comerciales para los vendedores de juegos pirotécnicos en Barquisimeto
Pero, este vez, según testimonios de los mismos encargados de los locales comerciales, han tenido que reinventarse para no bajar la santamaría.
Ese es el caso de Guzmán Ruiz, propietario de un local desde hace 22 años, pero la situación lo obligó a dividirlo en dos para también vender víveres, cafés, granos entre otras cosas.
“Este años no reinventamos, porque somos conscientes de que los fuegos artificiales son prácticamente un lujo”, dijo Guzmán.
Comentó que hasta ahora no han comprado mercancía como en otros tiempos, debido a que aún tienen del año pasado. Aunque no escatima en invertir, aclaró que solo lo harán con la mercancía que tiene demanda: cebollita, siete colores, estrellitas, fosforito o rayadores y los tradicionales cohetes, que van desde 55 mil hasta 650 mil bolívares al mayor.
Giovanny Sánchez, otro vendedor de fuegos artificiales, afirmó que tuvo que comenzar a vender caraota y café para apalear las bajas ventas de los juegos pirotécnicos, que en los últimos años ha vivido tiempos difíciles.
“El año pasado los días buenos, solo fueron 23, 24 30 y 31 de diciembre, que por lo general, es donde aumentan un poco más las ventas”, aseveró Sánchez.
Explicó que los pocos productos que salen siguen siendo los tradicionales como lo es el “siete colores, rayadores, estrellitas y cohetes”.
Otros comerciantes consultados señalaron que solo abren los negocios los últimos meses del año, que es la fecha cuando comienzan las ventas, porque los demás meses del año las ventas de este sector son muy bajas.
Por Anderson Piña Pereira
Foto: Daniel Sosa