Efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de Barquisimeto dieron muerte a balazos a un individuo al que se le indicaba de presuntamente ser un violador, en lo que extraoficialmente se ha descrito como “un enfrentamiento”.
No obstante, los hermanos de la víctima rechazaron contundentemente tal versión, e incluso negaron que el occiso hubiese registrado antecedentes penales o policiales en algún momento.
De paso, en los registros de los portales correspondientes, no le aparece ningún tipo de antecedente.
El hombre ultimado quedó identificado como Henry Javier Giménez, contaba con 36 años de edad y estaba domiciliado en el caserío El Romeral Tres, en la vía hacia Cordero, parroquia Tamaca del Municipio Iribarren, en donde ocurrió el supuesto enfrentamiento en horas de la madrugada de hoy.
Valga destacar que el equipo periodístico de EL INFORMADOR se trasladó hasta la sede del Eje de Homicidios del CICPC-Lara, pero, allí, no fue posible lograr información alguna al respecto.
En todo caso, dos de los hermanos de la víctima, identificados como Jenny y Alberto Giménez, quienes se hallaban esta mañana a las puertas de la morgue del Hospital Central “Antonio María Pineda”, de esta ciudad, negaron con vehemencia la versión de que Henry Javier fuese un violador, o de que en algún momento hubiese tenido, o mantenido, una actitud contraria al buen proceder como ciudadano.
Explicaron éstos que el fallecido, en vida, lo que hizo fue trabajar, como comerciante informal primero, y luego como colector de busetas de la zona, para mantener a su esposa y a los cuatro hijos de la pareja, dos hembras y dos varones, todos ellos menores de edad, de entre cinco meses y siete años.
Alberto, por ejemplo, contó que él se encontraba durmiendo en casa de su mamá, que también es –o era- la madre de Henry Javier, en El Romeral Tres.
Añadió que, a eso de la 1:00 de la madrugada de hoy miércoles, llegaron como 15 funcionarios que entraron abruptamente a la casa, buscando a Henry, y que, simultáneamente, a él y a su señora madre los encerraron en una habitación.
Los funcionarios, añadió, durante el rato que allí permanecieron, prácticamente “voltearon” la casa y la dejaron toda desordenada.
Al rato, destacó, “los tipos” salieron de la casa, y, poco después, se escucharon unas detonaciones cerca de la casa en donde él y su madre se hallaban.
-Nosotros estábamos llenos de pánico –aseveró-, nos mantuvimos en la casa hasta cerca del amanecer de hoy, cuando resolvimos salir después que un vecino se acercó y nos informó que ya los individuos se habían ido.
Siguió diciendo que, tras salir, ellos dos se acercaron hasta la la casa de Henry –ubicada cerca de allí- , la cual encontraron con la puerta violentada y toda “volteada”, y, además, con rastros evidentes de sangre, pero sin la presencia de Henry, ni de la esposa de éste, de nombre Arianny Martínez de Giménez, de 25 años de edad, de la que –recalcaron-, hasta ayer, no tenían noticias de en dónde se encuentra.
Señalaron que, de allí, se vinieron para el Hospital Central, en donde se enteraron de que a Henry lo habían matado, y de que su cadáver se hallaba en la morgue del citado nosocomio.
Denunciaron también que, según les narró el mayor de los hijos del occiso, éste fue “brutalmente golpeado” por los funcionarios, antes de que le dieran muerte.
Se habla de un enfrentamiento de Henry con los funcionarios, les comentamos, ante lo cual respondieron:
-Eso es falso totalmente, por cuanto nuestro hermano jamás ni nunca tuvo un arma en sus manos, pero es que, además, él era cristiano y no comulgaba con esas cosas, aparte de que mi papá era un agricultor que nos dejó fue un ejemplo de trabajo.
Reinaldo Gómez
Fotos: Ángel Zambrano
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