El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cerró 2019 con un último golpe a sus predecesores, diciendo que el encarcelado capo de las drogas Joaquín «El Chapo» Guzmán Loera tenía el mismo poder que el jefe del ejecutivo del país.
En un mensaje de video desde la ciudad sureña de Palenque, López Obrador relató el miércoles los éxitos de su gobierno en su primer año y destacó sus desafíos, especialmente la violencia. Dijo que ya había eliminado la corrupción de alto nivel, que dijo que estaba desenfrenada en gobiernos anteriores, pero dijo que era crucial trazar una línea clara de separación entre la delincuencia y las autoridades para que ambos no se mezclen como dijo que ocurrió en el pasado.
«Llegó un tiempo en que Guzmán Loera tenía el mismo poder o tenía la influencia que tenía en ese entonces el presidente… porque había un contubernio, y eso impedía que se castigara los que cometían los delitos. Eso ya pasó a la historia, al basurero de la historia», aseguró López Obrador.
El mandatario mexicano, conocido como AMLO, pareció aludir a la acusación y el arresto el mes pasado del exsecretario de seguridad pública de México Genaro García Luna.
García Luna fue secretario de seguridad pública en el gabinete del presidente Felipe Calderón de 2006 a 2012. Antes de unirse al gobierno de Calderón, García Luna dirigió el equivalente mexicano del FBI, la Agencia Federal de Investigación, bajo la presidencia de Vicente Fox.
Fue acusado en un tribunal federal en Nueva York de tres cargos de tráfico de cocaína y un cargo de hacer declaraciones falsas. Había estado viviendo en Florida y fue arrestado en Texas.
Los fiscales estadounidenses alegan que aceptó millones de dólares en sobornos del cártel de Sinaloa, encabezado por Guzmán Loera y que, a cambio, le permitió operar sin interferencias.
Guzmán fue condenado en Nueva York por cargos de asociación ilícita para tráfico de drogas. Fue sentenciado el año pasado a cadena perpetua.