Cardenales parece encontrar en cada jornada de la Serie del Caribe la manera de abrirse paso hacia éxito. El lunes en el juego de cierre de jornada se aprovechó de los errores cometidos por Cangrejeros de Santurce, para conseguir un triunfo 3-2 en el cierre de la décima entrada, en el Estadio Hiram Bithorn. El lauro extendió su invicto en el torneo a 3-0.
Lara inició su última oportunidad al bate en desventaja en el marcador 2-1. René Reyes fue enviado a segunda, como corredor de cortesía, de acuerdo con las nuevas reglas de la CBPC, aplicada una vez concluidas las nueve entradas con el marcador empatado, y se metió hasta la tercera con imparable de Adonis García hacia la derecha. En la jugada, el cubano avanzó hasta la segunda por error en tiro de Jan Hernández.
En esa situación, el manager boricua Tony Valentín pasó de manera intencional a Gorkys Hernández y llenó las bases, con la intención de buscar un out forzado.
Juan Apodaca la rodó por los predios del tercera base Emmanuel Rivera, que retiró en el plato a Reyes. Pero cuando el receptor suplente Jonathan Morales lanzó a la inicial para completar la doble matanza, A. J. Jiménez no pudo atrapar la bola, en una jugada confusa, que pudo ser considerada como interferencia de Apodaca. Pocos instantes después, Hernández hizo la asistencia desde el right, pero volvió a incurrir en una pifia y su disparo se incrustó en la parte baja de la tribuna, lo que permitió que los corredores anotaran el empate y la diferencia, contra el taponero Fernando Cruz.
“No dio tiempo de nada, el juego se acabó muy rápido”, destacó el manager Luis Ugueto sobre la jugada, que no era susceptible de ser revisada en la repetición automática, pues recae en la apreciación de los umpires. “Aunque mientras los resultados sean positivos, no importa cómo ganas”.
“Fue otro partido que se decidió por pitcheo”, abundó el piloto venezolano. “Las reglas del campeonato marcan poner a ese hombre en segunda, hay personas a las que le gusta a otras no, pero lo importante es que pudimos sacar ese juego”.
Angelo Palumbo, que no iniciaba un encuentro para Cardenales desde el 15 de diciembre, logró sortear cinco entradas, en las que se libró de los problemas, en buena medida gracias a dos jugadas de dobleplays, que inició Carlos Rivero en la antesala.
“Decidí sacarlo antes de abrir el sexto, porque había atravesado por dos innings estresantes, el segundo y el tercero”, explicó Ugueto. “Fue usado como relevista en la postemporada, pero había realizado una gran labor iniciado partidos. Por eso me decidí por él. En ese instante su labor había terminado”.
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