Al menos ocho personas murieron y 15 resultaron heridas este lunes en un atentado suicida contra una procesión religiosa en la ciudad de Quetta, en el oeste de Pakistán.
“Un terrorista suicida se inmoló cuando un policía le impidió acercarse a una procesión religiosa”, dijo a Efe el portavoz de la Policía de Quetta, Ali Asghar.
La fuente indicó que el atentado ocurrió en torno a las 17.15 hora local (12.15 GMT) en las cercanías del Club de Prensa de la ciudad, capital de la provincia de Baluchistán.
Entre los muertos se hallan dos policías y varios de los 15 heridos se encuentran en estado grave, según las autoridades.
El primer ministro paquistaní, Imran Khan, condenó el atentado y pidió a las autoridades locales que proporcionen el mejor cuidado médico a los heridos.
El atentado, el primero de esta magnitud en meses en el país asiático, coincide con la visita del secretario general de la ONU, António Guterres, al país asiático para conmemorar los 40 años de la presencia de refugiados afganos en suelo paquistaní.
Baluchistán es una de las regiones más conflictivas de Pakistán, con la presencia de grupos armados separatistas, facciones talibanas y grupos yihadistas.
Pakistán lanzó una operación en las zonas tribales del noroeste de su territorio en junio de 2014 en la que han muerto 3.500 supuestos terroristas y que más tarde amplió al resto del país, de acuerdo con datos del Ejército no verificados de forma independiente.
Desde entonces, la violencia terrorista ha ido descendiendo paulatinamente.
En 2019, el país asiático registró la menor violencia terrorista en 15 años, con 393 muertos en 159 ataques y 111 operaciones de las fuerzas de seguridad, informó a finales de diciembre el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Seguridad del país asiático (PICSS).