El “niño o hijo dorado” es aquel en quien la madre vuelca todo su amor, el preferido, quien tiene toda la atención aun esta madre tenga otros hijos.
Todo lo que este niño diga o haga -sea bueno o malo- será aplaudido por la madre o el padre; y los errores que cometa serán justificados o tal vez escondidos.
Además, si alguien se atreviera a señalar a este “niño dorado”,los padres lo tomará como una afrenta y quizás imponga un castigo desproporcionado al niño delante de quien haya osado corregirlo.
Las madres o padres pueden tomar a uno o varios de sus hijos como su “niño dorado”, el cual será un reflejo de ellos mismos.
El hijo favorito o niño trofeo
Muchos padres necesitan a este hijo para presumir ante los demás. Esta situación no lo hace por un orgullo real que sienten hacia ese hijo, sino para inflar su propio ego. La madre o el padre se convierten en unos seres tóxicos que no aman al “niño dorado”, sino solo lo utilizan para autoalimentar su narcisismo.
Cuando alguno de los padres asigna este papel a un hijo, suele hacerlo cuando los niños son muy pequeños y logran confundir esta situación con el “amor de padres” que se refleja en la mayoría de los casos en favores, permisos, regalos y un trato especial.
Ante este gran reto de ser el favorito, el niño suele desarrollar un mecanismo de defensa y supervivencia para evitar perder su puesto. Si se porta bien, le seguirán dando todo y más. Entonces, el niño deja de desarrollar una personalidad propia por temor, más que por interés de obtener cosas. A la larga, este niño crecerá y se convertirá en un individuo que nunca experimentó la equivocación.
Criar monstruos dorados
Para muchos padres su “niño dorado” es perfecto. Siempre hace las cosas bien, no tiene defectos, ni comete errores porque son una proyección de ellos, sea de la mamá o del papá.
El “hijo dorado”-como cualquier otro niño- aprende desde pequeño a exigir un trato especial, a culpar a los demás por sus errores, a manipular y hasta mentir, sabiendo que no va a ser castigado por su motivador mientras que lo obedezca y lo alabe.
La adultez del “niño dorado”
Al crecer este niño -independientemente de su sexo- tratará de imitar esta conducta de supervivencia y, normalmente, actuará con superioridad y creyéndose que tiene derecho a todo ante los demás.
Es importante que observemos nuestro comportamiento delante de los niños, cómo estamos diferenciándolos de la gente que los rodea y -muy importante- de sus hermanos, si el grupo familiar es grande.
Debemos entender que, como todo método de manipulación y control, recompensar a los niños dándoles dinero, regalos o premios por sus comportamientos, llevan a que este espere recompensas por todo, sean erráticas o asertivas sus conductas.
Programar a un hijo caprichoso
El hijo consentido casi siempre parece tomar ventaja de su condición y, muchas veces, contribuirá en mantener el legado de amor distorsionado de la familia.
Su ámbito amoroso será exclusivo para complacer a la madre o padre que los ha endiosado frente a sus similares (hermanos, amigos, primos),lo cual, sin duda, generará la antipatía de los demás hacia él, convirtiéndolo en un ser solitario y dependiente de esa aprobación que solo encuentra en quien lo programó.
Una vez criado caprichos o creerá que merece lo mejor y que es superior a sus semejantes, a quienes considera desfavorecidos. Esto se traducirá en un niño/adulto sin empatía por los demás.
La escritora Linda Martínez-Lewi, en su libro“Freeing yourself from the narcisist in your life” (Libérate del narcisista en tu vida) diceque:“este niño o niña dorado, se convertirá en narcisista en su adultez”.
En definitiva criar un hijo dorado no es una ventaja, ni una bendición. Probablemente será ese niño que nunca podrá escapar de crear también en su adultez una familia tóxica, con todo lo que eso implica.
Este niño criado en una falsa burbuja de acto-recompensa, donde todo le ha sido permitido, difícilmente encontrará un lugar verdadero en el mundo real.
Juymar García
Twitter/Instagram: @juymar
ImagenCrédito: Getty Images
Excelente publicación, digna de reenviarse. Felicidades. Muy acertados los comentarios