Varios países europeos, como Francia y España, viven este domingo su último día de confinamiento, entre alegría y miedo a un nuevo repunte de contagios del nuevo coronavirus.
Ambas naciones figuran entre los países más golpeados por la Covid-19, la mayoría de habitantes podrán recuperar un tímida normalidad, como ya hicieron antes italianos y alemanes. Pero el fantasma de un rebrote, y quizás hasta un tercero, mencionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), planea por todas partes.
En Alemania, otro Estado considerado ejemplar ante la crisis, se está superando el tope fijado de 50 nuevos contagios por cada 100.000 habitantes en tres cantones.
En este país, donde la Bundesliga se reanudará a puerta cerrada en los próximos días, bares y restaurantes pudieron abrir el sábado en el Estado de Mecklembur-Pomerania, a orillas del mar Báltico.
A partir del lunes, en España, uno de los países más golpeados por la pandemia con más de 26.600 decesos, la mitad de sus 47 millones de habitantes entran en la fase 1 del período de desconfinamiento, lo que les permitirá reunirse con grupos de hasta diez personas, quedar en terrazas con aforo limitado o acudir a tiendas sin tener que pedir cita previa.