“Entrego este nuevo trabajo del semáforo epidemiológico con características territoriales, con la incidencia de los casos, dónde y cuántos días sin casos y una serie de recomendaciones para su aprobación y acompañe esta nueva etapa a la que usted nos ha llamado”.
Así lo expresó este 9-M la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, al entregar un plan para flexibilizar la cuarentena y pasar a una nueva etapa en el manejo de la pandemia en el país. Sin embargo, ese mismo día, el presidente Nicolás Maduro habló -una vez más- de radicalizar la cuarentena, tras informar las nuevas cifras de contagio de la jornada.
Rodríguez y el vicepresidente para el área económica, Tareck El Aissami, informaron que la comisión presidencial para la prevención, atención y control del coronavirus, está trabajando en las condiciones que tendrá ese plan, para pasar a la siguiente fase, la cual denominaron «normalidad relativa».
No precisaron ésta cuando iniciaría, pero contempla el uso obligatorio de mascarilla, mantener la distancia física y el lavado regular de las manos.
Tareck El Aissami explicó que los protocolos aplicados a los sectores exceptuados como agroalimentos, salud y transporte, entre otros, serán replicados en aquellos que se vayan incorporando a la actividad económica diaria, los cuales serán principalmente comercios.
Asimismo, se recomendará adoptar franjas de horarios para los esos sectores incorporados, ubicados además en zonas donde haya poco riesgo de contagio.
La fase de normalidad relativa vendrá acompañada de un nuevo proceso de detección a través de pruebas rápidas y las moleculares.
Pero, en su alocución del sábado, el mandatario aseguró que un equipo científico le recomendó radicalizar la cuarentena, y a partir de este lunes se publicará una nueva encuesta en el Sistema Patria. “Vamos a una nueva etapa (…) Necesitamos que participen y sean muy específicos para nosotros ir a las visitas casa por casa en las nuevas semanas de la cuarentena”, dijo.
La expectativa sobre la flexibilización oficial en Venezuela surge a pocas horas de cumplirse el plazo de la segunda extensión del decreto de emergencia nacional, este miércoles 13-M y en medio de los pronunciamientos de gremios como Fedecámaras, Consecomercio y Conindustria, que llaman a una reactivación progresiva de las actividades económicas.
DESMONTAJE NO OFICIAL
En Barquisimeto y otras ciudades del país, ciudadanos reportan una flexibilización no oficial de la cuarentena, evidenciada en la cantidad de comercios no priorizados que -unos más tímidamente que otros- han comenzado a subir sus santamarías, así sea hasta la mitad.
En Barquisimeto, si bien a las 4:00 PM se evidencia el cumplimiento del horario restringido de circulación, en la mañana el bullicio de gente en algunas zonas ha aumentado en los últimos días, y para algunos, hasta el número de carros circulando, a pesar de la escasez de gasolina.
«Yo creo que hay más negocios abiertos», comenta a El Informador una ama de casa que compra alimentos para el almuerzo. «Yo he visto zapaterías, peluquerías, ópticas, tiendas de celulares, ropa y tela, que están abriendo», asegura.
Al menos este domingo Día de las Madres esa situación fue más evidente. Comerciantes consultados -quienes pidieron no ser identificados- argumentan que deben pagar gastos y ya llevan mucho tiempo sin generar ingresos. Muchos abrieron con menos de la mitad de los empleados, o ninguno, porque no tienen efectivo o cómo transportarse.
Dejan entrar a los clientes en pequeños grupos, les exigen usar el tapabocas y quienes pueden, aplican alcohol en spray.
Pero fuera del local la situación es otra. Ningún distanciamiento social, tapabocas por debajo de la nariz, atrevid@s estornudando sin protegerse, entre otros incumplimientos de las normas ante los cuales los expertos recuerdan que la flexibilización de la cuarentena no debe ser motivo para descuidarse, pues se podría incrementar la cantidad de contagios.
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