Durante una intensa situación de rehenes en Valencia, estado Carabobo, fueron abatidos dos sujetos el pasado 28 de mayo, los presuntos delincuentes llegaron a utilizar hasta cinco granadas ante comisiones del Cicpc, uno de ellos era alias el «Colombiano», quien lideraba desde hace años una banda delictiva que operaba en el estado Trujillo y en Carora, municipio Torres del estado Lara, dijeron fuentes policiales.
El «Colombiano», fue identificado como Anderson Antonio Perez Gonzalez (27), un hombre con un amplio historial delictivo que incluía 11 solicitudes por homicidio y robo, unos delitos que extrañamente le valieron su «muerte» también en el 2016, cuando las autoridades reportaron un enfrentamiento donde había muerto un sujeto con una identidad supuestamente falsa.
El presunto fallecimiento fue anunciado en marzo de ese año, cuando aparentemente la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado Táchira lo dijo en un reporte. Diarios locales, nacionales y La Opinión, medio de comunicación de Cucuta, lo reseñaron, aseguraron que ocurrió en la ciudad La Fría del estado andino.
Esta vez, el hecho fue difundido por autoridades de más peso, el gobernador del estado Trujillo, Rangel Silva, y el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz lo hicieron publico en sus redes sociales.
Sin embargo, aunque se trataba del mismo hecho ocurrido el 28 de mayo en Valencia, ambas fuentes usaron apodos diferentes para referirse al sujeto abatido, el Ministerio escribió que su apodo era «El Keny» y el gobernador lo identificó igual que las versiones policiales y medios locales como «El Colombiano».
El director nacional del organismo detectivesco, Douglas Rico, escribió después del hecho que, «tras resistirse a su captura fallece peligroso homicida apodado El Colombiano en Carabobo». Todo fue más que «oficial» en esta oportunidad.
El enfrentamiento en Valencia
En el procedimiento en Carabobo participaron funcionarios del Cicpc, adscritos al Eje de Investigaciones de Vehículos y Brigada de Acciones Especiales (BAE). En el lugar, Anderson Antonio no se encontraba solo, lo acompañaba su primo Gregory Indalecio Benitez Hernandez, apodado «El Gregory», con antecedentes policiales por robo genérico, pero no solicitudes.También falleció en el sitio.
De acuerdo al reporte del suceso, dos detectives resultaron heridos al hacer frente a los delincuentes durante un poco más de cuatro horas, específicamente en el Barrio los Samanes, calle San Rafael, en una casa sin número de la parroquia Rafael Urdaneta.
El diario El Carabobeño reseñó que la Brigada de Vehículos «realizaba una investigación por robo de un carro en esa dirección», cuando se enfrentaron con los dos desconocidos, que ingresaron en la vivienda y usaron de rehenes a sus habitantes.
Indicaron que la calle permaneció cerrada desde la 1:00pm hasta las 6:00 de la tarde y diversos cuerpos de seguridad del entidad, entre ellas las FAES, Policía de Carabobo, la Policía Municipal de Valencia y delegaciones municipales y el Eje de Homicidios del Cicpc tuvieron que brindar apoyo.
El «Colombiano» presentaba solicitudes desde el 2013, el primer delito fue Homicidio Calificado, desde entonces acumuló hasta el 2018 cinco expedientes en el Juzgado de Control, dos en el Juzgado Sexto, una en el Primero, Cuarto, Quinto y Séptimo. Todas en el estado Trujillo que le otorgaban el «rango» de delincuente más buscado.
Entre las evidencias incautadas en el enfrentamiento de la casa en Los Samanes, se encontraban dos armas de fuego tipo pistola calibre 9mm, diferentes cartuchos y una cédula laminada a nombre de Kenny Javier Molina Marrero, el reporte policial indica que se trataba de un documento falso, pero la identificación es similar al apodo usado por el Ministerio de Justicia y Paz.
Sus andanzas en Carora
En el estado Lara, según reseñó el diario El Caroreño en el 2017, la banda delictiva liderada por el «Colombiano» mantuvo una disputa por el control de la zona limítrofe de Trujillo con otro grupo liderado por un antisocial conocido como el «Piojo», pero eso fue hasta la muerte de este último en el 2015.
Lo siguiente que ocurrió fue que Anderson Antonio se apoderó de la zona y era un «terror» para la población del municipio Torres. Testimonios de habitantes en ese entonces denunciaban cobros de «vacunas» a dueños de fincas, comerciantes, bodegueros, y hasta educadores, nadie estaba a salvo.
En aquel reportaje del medio local hacían referencia incluso al reclutamiento de jóvenes campesinos para ser parte del grupo delictivo, al estilo de paramilitares colombianos. Las comunidades de Carache, Cuicas, Monay, El Paradero, Chejendé, Betijoque, y La Pastora eran las más afectadas.
Pero hasta el día que fue anunciada su muerte ante el Cicpc en Carabobo, el Colombiano se encontraba casi desparecido de los índices delictivos, su participación en crímenes no había sido reportada por las autoridades pero su grupo delictivo seguía muriendo en manos de organismos de seguridad.
«De baja» en el 2016
Todo lo relacionado al peligroso delincuente parecía algo cotidiano dentro del mundo de la delincuencia en el país, control de territorio, enfrentamientos, muertes, pero algo no encaja con los acontecimientos del 28 de mayo: la muerte de El Colombiano, Anderson Antonio Perez Gonzalez, fue reportada también en el 2016 después de que un hombre fuera dado «de baja» portando una cédula de identidad falsa.
En ese momento el «Colombiano» ya tenía seis solicitudes de juzgados en Trujillo y su etiqueta de «más buscado» ya estaba en las carteleras del Cicpc.
En el presunto enfrentamiento, encontraron la cédula de Yoel Alexander Baptista pero después aseguraron que la documentación era falsa y la identidad de Anderson Antonio Pérez González fue la que confirmaron como real.
«En el lugar del suceso fue incautada una pistola CZ, modelo 83, calibre 38 y varias municiones, dos teléfonos celulares y un vehículo marca Chevrolet, modelo Chevette, color blanco, placas AH167KG, en el cual se movilizaba», escribió La Opinión de Cucuta sobre el caso. La noticia de su muerte estaba relacionada a tres sicariatos perpetrados en menos de una semana en la localidad de Rubio.
El Diario Los Ándes, después de la supuesta muerte hace cuatro años, reseñó hasta 14 abatidos por los organismos de seguridad hasta el presente año. Todos aparentemente pertenecían a la banda delictiva.
Por Enmanuel De Sousa (@enmanueldsousa)