Manuel Salvador Catarí Carucí (20), detenido de los calabozos del Cicpc en Quíbor, municipio Jiménez, ingresó el 10 de junio a la emergencia del Hospital Antonio María Pineda con un cuadro de desnutrición severa y falleció este lunes en la madrugada debido a un paro respiratorio, dijeron familiares.
Catarí fue parte de un lote de 19 traslados de presos de las cárceles de Uribana, Fénix y otros calabozos de la entidad larense en los últimos días. Fuentes policiales indican que han tenido que ser llevados a chequeos médicos por el deteriorado estado de salud que presentan.
«Estos muchachos se están muriendo infectados, no sabemos a ciencia cierta si hay un cuadro de SIDA, COVID o tuberculosis, hay muchas infecciones», dijo Roselena Carucí, tía del fallecido.
Agregó que Manuel Salvador, tenía infección pulmonar, de orina y en otras zonas de su organismo, aunque ingresó con un cuadro de desnutrición y deshidratación severa.
«Él tenía mucho tiempo con dolor de cabeza y fiebre, es un descuido muy grande por parte de las autoridades por la vida de un reo, ellos deben velar por ellos», dijo su tía.
El 12 de junio Jhonny Bermúdez (38), quién fue ingresado al Hospital Central con otros 15 reclusos, murió también de un paro respiratorio, había ingresado con un cuadro de desnutrición y deshidratación similar a la de Carucí.
«Lo que manejamos a nivel de cárceles es que se trata de tuberculosis», comentaron familiares del detenido de Quíbor.
Contaron que no lo habían visto desde que la cuarentena había iniciado, pidieron muchos permisos pero nunca fueron autorizados hasta ahora, porque ya estaba presentando síntomas de gravedad. El joven de 20 años había estado preso por robo.
«A la larga son seres humanos, a pesar de lo que hayan hecho», dijeron.
Hasta ahora se desconoce el estado de salud del resto de los reclusos que fueron trasladados a la emergencia la semana pasada, las autoridades no han ofrecido declaraciones oficiales.
Enmanuel De Sousa
Fotos: Ángel Zambrano