El pasado viernes 25 de diciembre, Netflix estrenó Los Bridgerton, la primera ficción de ocho episodios para la plataforma, de la creadora de la serie Anatomía de Grey, Shonda Rhimes.
“Soy fan de las novelas desde que tengo uso de razón. La originalidad, la sensualidad, la narración… Supe que tenía que convertirla en serie”, escribió en Twitter.
Inspirada en las novelas románticas de Julia Quinn, este drama de época narra la vida de Daphne (Phoebe Dynevor), la hija mayor de ocho hermanos de la poderosa familia Bridgerton, y su debut en el competitivo mercado matrimonial de la Regencia londinense (1813 y 1827).
“El objetivo era darle la vuelta a un género muy tradicional y hacer algo fresco, inteligente, sexy y divertido”, asegura Chris Van Dunsen, creador de la ficción producida por Shondaland.
El reparto lo completan Golda Rosheuvel, Jonathan Bailey, Luke Newton, Luke Thompson, Claudia Jessie, Nicola Coughlan, Ruby Barker, Sabrina Bartlett, Ruth Gemmell, Adjoa Andoh, Polly Walker, Bessie Carter y Harriet Cains.
Shonda Rhimes, se ha convertido en uno de los fichajes más caros para la plataforma con 150 millones de dólares, tras el acuerdo con Ryan Murphy por 300 millones de dólares en 2018. Esta ficción es la primera de las muchas colaboraciones que la productora firmó en 2017.
“Es una serie romántica, escandalosa y aguda sobre la intemporalidad de las amistades duraderas, las familias y la búsqueda de un amor que todo lo conquiste”, ha explicado el gigante del streaming.
Una especie de ‘Gossip Girl’
Sobre el papel, resulta sencillo ver ‘Los Bridgerton’ como una especie de ‘Gossip Girl’ escrita por Jane Austen. De la primera hereda el hecho de que haya un personaje desconocido contando la vida de la clase alta, y tanto su ambientación como su personaje protagonista remiten a la obra de esa célebre autora.
El resultado, es un cóctel que engancha fácilmente por la frescura que transmite y por la innegable química entre Phoebe Dynevor.
Con información de Espinof
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