El 21-Dic es el Día del espíritu de la navidad, esta celebración se extendió por todo el mundo con el fin de atraer la paz, la prosperidad y la armonía.
La llegada del Espíritu de la Navidad ocurre el día del Solsticio de Invierno entre las 10 y 12 de la noche. La tradición de origen celta dice que el espíritu llega a los hogares donde se le da la bienvenida y él recibe las peticiones y deseos de sus creyentes y los reparte en salud, abundancia y amor durante el siguiente año.
La leyenda dice que un hermoso, alegre y bondadoso ser llegó hasta las tierras nórdicas (Escandinavia) en esa fecha procedente de un mundo muy lejano. Él visitaba los hogares de las personas de buen corazón para concederles los deseos más preciados. Su apariencia física se relaciona con Santa Claus o Papá Noel, aunque usaba túnica se representa en color amarillo.
Ritual de los 21 deseos
Para recibir el Espíritu de la Navidad las personas se reúnen en un hogar que debe estar ordenado, limpio, lleno de alegría y armonía y con tres elementos que no pueden faltar:
- Velas de colores: azul (paz), amarillo (alegría) y rojo (amor). Se pueden agregar otros colores pero siempre tienen que ser en número impar. Éstas se colocan en forma de triángulo o estrella en una mesa.
- Inciensos y esencia de mandarina. También es propicio tener mandarinas y colocarlas a manera de decoración en la mesa donde estarán las velas.
- Papel y lápices, suficiente para las personas que estén reunidas.
Para comenzar el ritual del Espíritu de la Navidad se encienden las velas en el sentido de las agujas del reloj; así como también los inciensos. La esencia de mandarina puede esparcirse en pequeñas gotas en las esquinas del hogar. Luego, se abren puertas y ventanas y se hace una oración de bienvenida para el Espíritu de la Navidad.
Parte del ritual incluye una reflexión personal en la que se muestra arrepentimiento por las acciones individuales que pudieron ir en contra de los propios deseos o que afectaron el logro del bienestar ajeno.
Si el año previo se hizo una lista de deseos, se recorta una a una cada petición y se van quemando para cerrar el ciclo. No sin antes agradecer los anhelos cumplidos.
Después, se hace una lista nueva para el año siguiente, la cual se pasa por el humo del incienso y por las velas (sin quemarlo), se dobla y se guarda en un lugar seguro hasta el próximo 21 de diciembre.
Las velas se deben consumir completamente y el ritual puede incluso terminar pasadas las 12 de la noche, pero siempre es importante comenzarlo en las horas que se recibirá la visita del invitado de honor.
Foto: Pixabay
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